Claves para reconocer el pescado fresco
El pescado constituye una imprescindible fuente de nutrientes nada despreciable y difícilmente sustituible. Y por supuesto, es un manjar. Sin embargo, a menudo me he encontrado con muchas personas (sobre todo jóvenes, pero hay de todas las edades) que temen enfrentarse al pescado fresco. Y me confiesan que todo se debe a que no saben reconocer, en materias pescaderas, cuándo le dan gato por liebre (o mejor dicho, pescado viejo por pescado nuevo), ya que no identifican la calidad del mismo a simple vista. Por ello, y por temor a intoxicaciones, surten su nevera de pescados a base de los ultracongelados.
Cuando me cuentan esto, les doy una serie de trucos básicos para reconocer el pescado fresco. Y me confiesan que, desde entonces, ya se atreven a hablar con el pescadero. Es más, el primer consejo que siempre doy es buscar a un pescadero de confianza, pues os ayudará a elegir bien. Pensad que los pescaderos son los primeros interesados en que estéis satisfechos con vuestra compra. Eso sí, no os lancéis a la primera pescadería que veáis, claro.
Los puntos básicos para reconocer el pescado fresco, sin ser un experto, son los siguientes:
– Las escamas: deben brillar, ser cristalinas, que no den sensación de viscosidad.
– Los ojos del pescado: no deben estar opacos, sino transparentes. Y por supuesto, deben brillar y estar humedecidos. Además, el pescado fresco presenta los ojos un poco saltones.
– El cuerpo: debe estar rígido, pero algo arqueado. Además, si presionamos suavemente con el dedo, la carne del pescado fresco volverá a su lugar enseguida.
– El olor: sí, el olor a pescado es característico. Pero no nos equivoquemos, el pescado huele fuerte (y mal) cuando está pasado. El pescado fresco tiene un olor más suave y para nada desagradable. Así que fíate de tu instinto olfativo. Los pescados de mar huelen a mar, pero no es un aroma fuerte. Si cuando entras a la pescadería huele mal, vete a otra.
– Las branquias: el color debe ser rojo intenso. Cualquier tonalidad que se salga de esa, no es pescado fresco. Huye de branquias marrones o anaranjadas.
Espero que con estos consejos os lancéis a disfrutar del pescado fresco en vuestras recetas caseras. Notaréis la diferencia.
Saludos, Marina Vela